Las nuevas tendencias decorativas coinciden por dos grandes estilos: por una parte sigue presente el minimalismo suavizado y sin extremos, donde prima la simpleza de formas y la uniformidad de colores, y por otra el eclecticismo y la mezcla de estilos, con muebles neobarrocos y elementos recargados.
MINIMALISMO
Sobre el minimalismo hay que decir que no se trata de espacios despojados o de la prominencia de tonos fríos, sino de un concepto de vida donde se crean estancias de gran utilidad y se prioriza la nobleza de los materiales y texturas.Si además se lee como una opción en donde está permitido incluir frente a los ambientes monocromáticos algún detalle que destaque en otro color, entonces es factible darle ciertos aires de calidez y buen gusto. Por ejemplo sustituir el tono de una puerta blanca por rojo, o colocar un reloj de pared verde sobre una superficie blanca.
MEZCLA DE ESTILOS
La segunda gran tendencia a la alza es la ecléctica, o mezcla de estilos decorativos en donde lo formal y tradicional se convierten en fuente de inspiración y gran aceptación. Una suerte de recuperación de objetos del pasado -restaurados a nuevo con un look diferente- que se hacen convivir en un mismo espacio con otros totalmente a la última.
El mueble pesado y de valor, que en otros tiempos perdió influencia, reaparece con más fuerza y en ocasiones llega a ser el punto focal en torno al que se decora una estancia o sala.
Es una fusión que permite jugar con estilos que se creían inimaginables de combinar, y la posibilidad de desempolvar muchas joyas clásicas, remodelarlas y darles un aire moderno a tono con elementos vanguardistas resueltos en una decoración atrevida, sin inhibiciones, audaz.
Los conceptos decorativos y diseños a la moda traen telas en blanco combinadas con negro, plata y formas floreadas.
En tapetes predomina la mezcla de blancos y negros, chocolates y beige, dando el marco perfecto a diseños de cuero hechos a mano o europeos de geometrías perfectas.
Las cortinas se posicionan con las macro-maderas, paneles japoneses, romanas y tiros decorativos rectos y sencillos, para habitaciones se imponen los tiros fusionados con black out.
La madera sigue siendo la reina en pisos y espacios sociales, mientras que para baños y cocinas figuran los porcelanatos.
La gama de colores para paredes y detalles va desde los tonos naturales (verdes, azules, verdes azulados y marrones que reflejan tonalidades orgánicas), pasando por los colores terracota (oscuros y medios, en marrones y rojizos), y los suaves pasteles que denotan sensibilidad y delicadeza, hasta arribar a los colores burlescos como rojos, rosas y naranjas. Luces halógenas e indirectas para alumbrar todas las zonas de la casa. Retro en luminaria de pie, y propuestas de fusión en luminarias de mesa entre lo tradicional y lo moderno con incursión de acero satinado o cromado.
